Muchas son las razones para decidirse por un estuche o caja o de madera, coger
con las manos una caja de madera siempre  se hace con un aprecio y cariño que pocos materiales logran transmitir, como si ya supiéramos que hay algo especial, algo personal en su interior, algo que ya le estamos dando un valor por el simple hecho de sentir la madera, y esto no depende de la terminación
que tenga, bien sea natural, barnizada , encerada o tintada, tan solo porque es
una caja de madera.

Otra razón, su utilidad posterior, si hay un objeto que se recicle que se le de
otro uso que el pensado inicialmente, una vez cumplido este ,es una caja o estuche, y normalmente de madera.
Un ejemplo son las cotizadas cajas de madera, que desde mediados del siglo XIX y hasta principios del XX se fabricaban; cajas destinadas a contener todo tipo de objetos y utillajes y que hoy se restauran, se forran sus interiores y son unas elegantes cajas para diferentes usos.